Nada escapo al sentido previsor de los organizadores, desde el acopio de cebollas para combatir el soroche y el frio, ajos que debian hacerlos oler a las mulas evitando ese mismo mal que se lo conoce como la agrecion de la altura, hasta las varas de menbrillo para reanimar a los que se helaban.
los soldados, a la vez llevarian en su mochila raciones para 8 dias de charqui molido y condimentado- era una mezcla que contenia grasa, sal, aji y cebolla-, que bastaba mesclar con harina de maiz tostado y agua caliente para improvisar una comida con un gran valor nutritivo.
Esta preparacion se denominaba CHARQUICAN, se incluia tambien en el avituallamiento: vino, galletas, viscochos, aguardiente, ron, queso de holanda.
A la caballeria se le suministraba ron y cebada para los animales.Para suprimir la falta de calzado,los propios soldados confecionaron una especie de zapatos de una sola pieza serrados con una jareta y forrados con trapos, porque tener bien abrigados los pies era una de las prioridades para cumplir la mision.
El material sanitario preparado para la expedicion consistio en la instalacion de hospitales moviles de campaña, junto a 3 botiqines para el servicio diario de la tropa en marcha, transportados en petacas mendocinas que se disponian sobre el lomo de las mulas.
El aprovisionamiento se completaba con 6 carpas de campaña de forma conica, con todos los elementos-catres y abrigos-; el servicio de farmacia estaba compuesto por unos 80 renglones de substancias y elementos sanitarios, tales como cajas de amputacion (con serruchos chicos y grandes), y llaves inglesas y castellanas para sacar muelas, entre otros elementos..
